A toda máquina sobre el camino de acero

FECOSA

Continuamos la caminata, llegando hasta el tajo y la antigua estación de Dantas (señalado en punto rojo). Y posteriormente el viaducto (parte azul).

De la antigua estación ya solo queda un pequeño muro. Los rieles ya están muy oxidados, porque hace tiempo que no pasan trenes.

Aunque la vía mantiene intacta su cama de balasto, en algunos sectores es tanta que tapa los durmientes. Y como ya comentamos que la mayoría es de madera, no se puede evaluar si los rieles se encuentran amarrados.

Poco después, la vía se va adentrando a la montaña.  Igual que pasaba cuando hace años se construían las carreteras, se buscaba el paso más angosto del río para hacer el puente. En este caso, del río Concepción.

En toda esta zona, los durmientes no se notan, los rieles apenas se notan. De un momento a otro, un apartadero aparece en la vía.

Dantas fue también hasta hace poco un lugar de descanso de vagones de carga. Pero ya fueron trasladados a La Purruja (Caldera). Así que solo quedó uno, probablemente porque fue imposible sacarlo de ahí.

Dantas fue también hasta hace poco un lugar de descanso de vagones de carga. Pero ya fueron trasladados a La Purruja (Caldera). Así que solo quedó uno, probablemente porque fue imposible sacarlo de ahí.

El viaducto, que se puede apreciar desde la ruta 27 pareciera que no se ha estrenado. Y hay un sector de la vía que está muy cerca del borde y algunas voces lo consideran un paso peligroso.

Llegamos a la estación de Concepción (km 58.0 de la vía al Pacífico). Está señalada con el punto rojo. Una vieja edificación abandonada. Del pueblo, ya tampoco quedó nada.

Al final del apartadero, está la estación (Hacienda Vieja Km 62.2). Es el punto verde en la imagen satelital. Pasando la estación, termina la parte recta de la línea y comenzamos a bordear las montañas de Orotina y Atenas.